El caso de Simón Sierra Poveda, un adulto mayor de 82 años que vive en condiciones precarias en una vivienda en zona de riesgo en el sector Calibio del municipio de Abejorral, sigue generando atención pública. Mientras la Administración Municipal activó rutas de atención para ofrecerle protección, el señor Sierra ha rechazado la posibilidad de ser trasladado a un asilo, manifestando su deseo de permanecer en su hogar.

Según informó la Alcaldía en un documento oficial dirigido al medio El Páramo, el 4 de junio se realizó una visita al lugar donde reside don Simón, en respuesta a una denuncia hecha por el cabildante Heriberto Amaya Urrea. En la visita, en la que participaron profesionales de trabajo social, planeación, gestión del riesgo y el programa Colombia Mayor, se evidenció que la vivienda —una construcción de bahareque— presenta deterioro estructural, filtraciones, acumulación de objetos y un alto riesgo por su cercanía a la quebrada La Aduanilla.

El informe técnico elaborado por la Secretaría de Planeación concluyó que el predio es de propiedad municipal, está ubicado en zona de alto riesgo por inundación y no es apto para uso habitacional. El Consejo Municipal de Gestión del Riesgo decidió de forma unánime negar la restitución del lugar como vivienda.

Como parte del proceso institucional, la Administración Municipal remitió el caso a la Personería y la Comisaría de Familia, e inició gestiones para su posible institucionalización en el Centro de Protección Social al Adulto Mayor (CPSAM), en razón de su estado de salud y ausencia de red de apoyo familiar.

No obstante, el día 27 de junio, don Simón firmó un acta de manifestación voluntaria ante la Inspección de Policía, en la que declara de manera clara y consciente su negativa a ser trasladado al asilo:

“Yo no estoy loco. El asilo es para los que no quieren trabajar. […] A mí no me metan cuentos, yo he sido muy sincero toda la vida. […] Lo único que digo es que si me van a colaborar, me colaboran. Si no hay esperanza, entonces me voy para otro lado”.

Don Simón afirma que aún se siente útil y activo, que cocina y se sostiene por sí mismo, y que prefiere seguir viviendo en su casa mientras la Alcaldía estudia otras alternativas. La administración reconoce su derecho a decidir y ha manifestado que el caso seguirá siendo objeto de seguimiento prioritario.

Este caso abre nuevamente el debate sobre las condiciones dignas para los adultos mayores, la autonomía personal y la necesidad de políticas públicas que equilibren la protección social con el respeto por la voluntad individual.