Desde El Carmen de Viboral, tierra de arte, tradición y cultura, surge la voz de Olga García, una mujer soñadora que está abriendo su camino en la música popular con autenticidad y pasión. “Soy una artista muy entregada, con ganas de dejar huella. Estoy empezando este camino con humildad, pero también con mucha fuerza”, dice convencida.

Su historia artística comenzó casi por casualidad, en una reunión familiar. Allí, al interpretar una canción, recibió la primera ovación sincera que le confirmó que tenía un talento especial. Desde entonces, no ha dejado de soñar con escenarios y de trabajar para hacerlos realidad.

Olga se inspira en mujeres fuertes que han marcado el género como Arelys Henao, Paola Jara, Francy, Flor Silvestre y Elenita Vargas. También admira voces masculinas como las de El Charrito Negro y Jhonny Rivera, artistas que han demostrado que la música popular puede llegar directo al corazón. Entre todas, una canción la marcó de manera definitiva: “Mi destino fue quererte” de Flor Silvestre, con la que descubrió el poder de la ranchera para tocar emociones profundas.

Su estilo se inclina hacia lo sentimental y la ranchera tradicional, con interpretaciones llenas de emoción y fuerza. Aunque disfruta hacer covers —que le han servido para explorar su voz—, tiene claro que lo suyo son las canciones propias. “Lo propio tiene mi sello personal, y quiero que la gente escuche lo que tengo para contar”, afirma.

A pesar de ser una artista emergente, ya cuenta con cuatro grabaciones oficiales y un cover. Ahora prepara nuevas canciones, toma clases de técnica vocal y organiza lo que será su primer show en vivo, porque, como asegura, quiere hacer las cosas bien y con respeto por el público.

El camino no ha sido fácil. Ha tenido que enfrentar prejuicios por ser mujer y nueva en el género. Sin embargo, responde con trabajo y constancia. “Las puertas no siempre se abren fácil, pero cuando se abren, uno entra con firmeza”, sostiene con convicción.

Entre sus metas está grabar un álbum, salir de gira por Colombia y llevar su música fuera del país. Sueña con escenarios como el Festival del Despecho y las ferias más importantes, donde anhela ver su nombre junto al de artistas que hoy admira.

A los que apenas comienzan, les deja un mensaje inspirador: “Que crean en su voz, en su historia y en su talento. Que no se dejen apagar por el miedo ni por lo que otros digan. Todos empezamos desde cero, lo importante es nunca dejar de intentarlo”.

Olga García es hoy una voz nueva, pero con el temple de quien tiene claro que la música es más que un camino: es un destino.