La versión número 31 de la Maratón Medellín hizo vibrar las calles con 27 mil corredores de 45 países, entre ellos, un corredor apasionado por superar sus propios límites y desbaratar imaginarios en torno a lo imposible. Se trata de Alberto Carrillo, la primera persona ciega en cruzar la meta de los 42 kilómetros de la Maratón Medellín y un convencido de que no es necesario ver para tener la visión en las metas por alcanzar.

A sus 38 años de edad, este caraqueño radicado en Colombia hace 15 años, es triatleta, conferencista, psicólogo y un alfarero de aquello que no se ve: “quebrar” el orgullo, abandonar la zona de confort, romper con el miedo, cruzar los límites y materializar sueños.

Empezó a correr después de la pandemia, tras sobrevivir a un accidente automovilístico y perder el sentido de la vista, decidido a perseguir la felicidad y romper paradigmas. Desde entonces no ha parado. Con esta, suma 7 maratones, 4 de ellas majors, catalogadas de las más grandes del mundo. Como triatleta ha completado un Ironman, una prueba que implica nadar 3,86 kilómetros, pedalear 180 km. y correr un maratón de 42,195 km. Además, ostenta el tercer mejor tiempo del mundo para personas ciegas en esta disciplina.

“Me motiva la vida; me motiva las ganas de seguir para adelante; me motivan las ganas de inspirar y, sobre todo, dejar una huella en este mundo y como siempre he dicho: la peor discapacidad es la mala actitud. Aunque no tengo vista, tengo la visión de seguir para adelante”, asegura este soñador incansable.

Alberto visitó Medellín para convertirse en la primer persona con discapacidad visual en completar esta prestigiosa maratón en la ciudad y en Colombia, sumando un nuevo récord personal: 3 horas, 35 minutos, 46 segundos, garantizando así su clasificación a la Maratón de Boston (EEUU), la más antigua y una de las más importantes del mundo.

Tras cruzar la meta, y obtener la medalla de participación, Alberto deja un mensaje para quienes viven con el “no puedo” en su mente:

“Las circunstancias se pueden vencer. La vida es una sola y, señores, sigan para adelante, aunque los golpes vengan; hay que seguir para adelante. Todos los que se fueron hoy también tenían planes para mañana. Hay que comenzar hoy a hacer lo que te gusta y perseguir los sueños. Cáete más y te vuelves a levantar por un nuevo propósito. Vamos con todo; hay que dejar huella en este mundo de que sí se pueden lograr los sueños. Te lo acaba de demostrar alguien que no ve”, menciona Alberto.

La Maratón Medellín se consolidó, otra vez, como epicentro del atletismo en América Latina y para Alberto en un escenario ideal para todos los runners: “Me parece estupendo la gente, el clima, la cultura; es espectacular. Animo a todos a que se animen a correrla”, cuenta este visionario.

Para Alberto es muy valioso que patrocinadores y aliados, de la talla de EPM, de la Maratón Medellín se sumen a estas iniciativas deportivas que enriquecen la cultura y propenden por el bienestar de las personas.

“Me encanta que haya, cada vez más, patrocinadores que apoyen al running. Me encanta que las marcas se involucren, porque eso apoya a las personas a quitarse los malos vicios y, sobre todo, impulsa a que cada vez más personas dejen el sofá y se lancen a las calles a correr”, finaliza este campeón de la vida.