La Corporación Autónoma Regional Cornare encendió las alarmas ante el incremento de ataques de fauna doméstica a fauna silvestre en la región. En lo corrido del año, el Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre (CAV) ha recibido más de 2.900 animales, de los cuales 358 llegaron heridos por mordidas o arañazos de perros y gatos, una situación que preocupa por su impacto sobre los ecosistemas locales.

Un problema que crece año tras año

Las cifras muestran una tendencia preocupante: en 2022 se reportaron 142 ataques, en 2023 la cifra aumentó a 249, en 2024 fueron 500 y en 2025, cuando aún no termina el año, ya van 358 casos registrados. Cornare advierte que esta situación pone en riesgo el equilibrio ecológico del Oriente Antioqueño.

Las especies más afectadas incluyen zarigüeyas, barranqueros, serpientes, golondrinas y murciélagos, siendo la zarigüeya (Didelphis marsupialis) la víctima más frecuente. En uno de los casos más conmovedores, una hembra adulta atacada por varios perros murió a causa de una fractura en la columna, dejando cuatro crías, de las cuales solo dos lograron sobrevivir.

Historias que duelen

Los profesionales del CAV reciben semanalmente animales con graves lesiones causadas por mascotas.
Entre los casos recientes se encuentra un zorro bebé atacado por perros en Rionegro, que falleció pese a los esfuerzos veterinarios, y una tortuga proveniente de La Ceja, hallada en una caja de cartón con heridas tan severas que no sobrevivió.

Sin embargo, también hay historias de esperanza, como la de una comadreja macho atacada por gatos domésticos, que permanece en recuperación bajo atención veterinaria especializada.

La tenencia responsable puede salvar vidas

Según Cornare, el 95% de los animales silvestres atacados por perros o gatos mueren durante el rescate o la hospitalización. Muchos son hembras preñadas, lo que multiplica el daño ecológico.
Por ello, la entidad hace un llamado urgente a los propietarios de mascotas para evitar que perros y gatos deambulen por zonas boscosas, mantenerlos identificados, cumplir con su vacunación y desparasitación, y reportar cualquier ataque a la línea de emergencias de fauna silvestre (321 781 1388).

Cada ataque no solo significa la pérdida de un animal, sino también un golpe al equilibrio natural de la región. Cornare recuerda que la conservación de la fauna silvestre es responsabilidad de todos.

Fuente: Cornare