El acceso a una vivienda digna continúa siendo uno de los principales desafíos sociales en Colombia. Según el DANE, el 31% de los hogares del país presenta algún tipo de déficit habitacional. En Antioquia, la situación es aún más crítica: la Empresa de Vivienda de Antioquia (VIVA) estima un déficit cualitativo de 431.521 viviendas, y la Encuesta de Calidad de Vida 2023 señala que el 41,63% de los hogares —equivalente a 192.749 viviendas— carece de servicios públicos domiciliarios adecuados.
Frente a esta realidad, la Fundación IMUSA Samurai, en el marco de la conmemoración de los 90 años de la empresa IMUSA, lideró la entrega de 27 viviendas en el Oriente antioqueño a familias en situación de vulnerabilidad. Esta iniciativa benefició a 108 personas en los municipios de La Unión (9), Sonsón (8), Granada (5) y Nariño (5), gracias a una articulación entre el sector público y privado.
El proyecto contó con la participación de más de 300 voluntarios de las diferentes empresas y organizaciones aliadas. “Desde la Fundación IMUSA Samurai trabajamos con el firme propósito de contribuir a las comunidades que nos rodean. Este proyecto refleja nuestra decisión de enfocar nuestros esfuerzos en impactar positivamente el territorio desde donde operamos y generamos empleo”, expresó Catalina Umaña, directora de la fundación.
Uno de los testimonios más conmovedores es el de Gloria Orozco, madre cabeza de hogar en la vereda Piedras Teherán de La Unión. Gloria y una de sus hijas tienen discapacidad cognitiva, y hasta ahora vivían en condiciones precarias. Su nueva vivienda representa un nuevo comienzo con condiciones dignas y un entorno seguro para su familia.
Esta entrega forma parte del programa Constructores de Sueños, que busca mejorar las condiciones de vivienda y hábitat en comunidades vulnerables mediante la construcción, el mejoramiento y el acompañamiento social. La Fundación IMUSA Samurai ya ha entregado viviendas en municipios como Carolina del Príncipe, Bello y Andes, y tiene proyectadas nuevas entregas en Yumbo (Valle del Cauca) y Circasia (Quindío) en el segundo semestre del año.
Además de VIVA y la Gobernación de Antioquia, el proyecto contó con el apoyo de empresas como la Fundación Catalina Muñoz, Botero Soto, Consuelo Benjumea, Novaventa, Tiendas El Papá y Coldplast, consolidando un modelo de acción colaborativa con impacto social profundo.
Estas acciones reflejan un propósito superior: transformar vidas a través del acceso a un hábitat seguro y digno, en una región que, pese a sus avances, aún enfrenta grandes retos sociales, especialmente en sus zonas rurales.
Fuente: Fundación IMUSA