Ocho guacamayas y seis loras barbiamarillas fueron rehabilitadas y liberadas por Cornare en la cuenca del río Nare. Su regreso marca un hito en la lucha contra el tráfico ilegal de fauna silvestre.

En las primeras horas del día, el fuerte aleteo de ocho guacamayas (Ara ararauna) y seis loras barbiamarillas (Amazona amazonica) anunció su esperado retorno a la libertad. Las aves fueron liberadas por el equipo del Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre (CAV) de Cornare en un bosque de la cuenca del río Nare, en jurisdicción del municipio de San Rafael, Antioquia.

La liberación fue el resultado de un largo proceso de rehabilitación que, en algunos casos, tomó hasta cuatro años. Estas aves fueron rescatadas de situaciones de cautiverio, producto del tráfico ilegal o entregadas voluntariamente por ciudadanos que tomaron conciencia del daño causado. En el CAV fueron atendidas por médicos veterinarios, biólogos, zootecnistas y personal operativo que trabajaron para restaurar sus condiciones físicas, emocionales y conductuales.

“La rehabilitación de estos individuos es un proceso largo y complejo, pero su éxito demuestra que, con compromiso y rigor técnico, es posible devolverles su papel en los ecosistemas”, señaló Camilo Muñoz, coordinador del CAV.

Una de las aves liberadas, una lora barbiamarilla, estuvo 16 años encerrada en una jaula, lo que deterioró su salud y sus habilidades naturales. Su caso refleja la magnitud del problema que enfrenta la fauna silvestre en Colombia.

El proceso incluyó tratamientos médicos, ejercicios de vuelo, alimentación con frutos silvestres, y técnicas como el playback para reducir la vocalización humana en las aves. Además, se realizaron pruebas genéticas y de sexaje para formar parejas compatibles y grupos sociales estables, fundamentales para su supervivencia.

La cuenca del río Nare fue elegida por su biodiversidad, abundancia de alimento, baja presencia humana y condiciones ideales para estas especies. Tras la liberación, el equipo de Cornare realiza un monitoreo constante para observar su adaptación al entorno, su comportamiento y su integración social.

Además del trabajo técnico, la comunidad de San Rafael jugó un papel fundamental. Desde 2023, Cornare ha desarrollado procesos educativos con líderes locales, escuelas y juntas de acción comunal para sensibilizar sobre la protección de la fauna y prevenir nuevos casos de tráfico ilegal.

Las aves liberadas no solo recuperaron su libertad, sino también su rol ecológico como dispersoras de semillas, esenciales para la regeneración de los bosques. Su vuelo marca un nuevo comienzo, no solo para ellas, sino para la esperanza de un equilibrio natural restaurado.

Fuente: Cornare