Capítulo 18 | El hombre no debe investigar el sacramento con fines de curiosidad sino hacerse humilde y someter los sentidos de la fe

1. Si no quieres verte sumergido en un abismo de dudas, guárdate de indagar con una inútil curiosidad este profundísimo sacramento.

El que se mete a escudriñar la Majestad será oprimido por su gloria (Prov. 25, 27). Dios puede hacer más de lo que el hombre puede comprender.

Se puede tolerar una piadosa y humilde investigación de la verdad, siempre dispuesta a ser iluminada y a seguir las enseñanzas según las sanas opiniones de los Padres de la Iglesia.

2. Bienaventurada la sencillez que abandona las escabrosas sendas de las cuestiones difíciles y camina por el llano y seguro camino de los mandamientos de Dios. Fueron muchos los que, por investigar honduras, han perdido el espíritu de piedad.

A ti se te pide fe y vida sencilla y no inteligencia elevada y conocimiento profundo de los misterios de Dios. Si no entiendes y comprendes las cosas que están por debajo de ti, ¿cómo entenderás las que están arriba?

Sométete a Dios y adecúa tus facultades a la fe y te será otorgada la luz de la ciencia según te sea útil y necesaria.

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Fuente: Tomas de Kempis. La Imitación de Cristo. Edición Paulinas.