1.Mira los ejemplos heroicos de los santos en los cuales brillaron la perfección y la piedad verdadera, y verán cuán poco es, por no decir nada, lo que nosotros hacemos. ¡Ah! ¿Qué es nuestra vida comparada con ellos?
Verdaderos santos y amigos de Cristo, ellos sirvieron al Señor en hambre y sed, en frío y desnudez, en trabajos y fatigas, en vigilias y ayunos, en oraciones y piadosas meditaciones, en persecuciones y muchas injurias.
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Fuente: Tomas de Kempis. La Imitación de Cristo. Edición Paulinas.