1.El que me siga, no andará en tinieblas (Jn. 8,12), dice el Señor. Son palabras de Cristo que nos exhortan a imitar su vida y sus ejemplos, si queremos ser verdaderamente iluminados y liberados de toda ceguera interior. Por eso, nuestra máxima preocupación debe ser meditar la vida de Jesucristo.

Lea también: La enseñanza de Cristo es superior a la de todos los santos

Fuente: Tomas de Kenpis. La Imitación de Cristo. Edición Paulinas.