1.Hijo, abandona a tu persona y me encontrarás a mí. Vive libre de preferencias y desprendido de todo y ganarás siempre, porque se te dará una gracia más abundante apenas hayas renunciado a ti mismo para no volverte a encontrar.

Lea también: Teme a Dios y no te asustará lo que hagan los hombres

Fuente: Tomas de Kempis. La Imitación de Cristo. Edición Paulinas.