La pandemia de COVID-19 ha sido una tragedia humana sin precedentes en todo el mundo.

Más allá de su impacto inmediato en la salud física, la COVID-19 continúa exacerbando el sufrimiento psicológico y los problemas de salud mental, incluida la depresión y la ansiedad. Esto ha puesto de relieve la urgente necesidad de abordar la dimensión de salud mental de la pandemia, además de los aspectos de salud física.

El mensaje del yoga para promover el bienestar físico y mental de la humanidad nunca ha sido más relevante. Durante la pandemia se observó una tendencia creciente de personas de todo el mundo que adoptaron esta práctica para mantenerse saludables y rejuvenecidos y para luchar contra el aislamiento social y la depresión. Pero el yoga también desempeñó un papel importante en la atención psicosocial y la rehabilitación de los pacientes con COVID-19 para aliviar sus miedos y ansiedades.

Además del sufrimiento humano, la pandemia ha puesto de manifiesto varias vulnerabilidades clave de los modelos económicos y de desarrollo de países de todo el mundo. La prosperidad futura exige que los estados miembros reconstruyan de manera diferente a medida que se recuperan de la pandemia de COVID-19.

La esencia del yoga es el equilibrio no solo dentro del cuerpo o entre la mente y el cuerpo, sino también el equilibrio en la relación humana con el mundo. El yoga enfatiza los valores de atención plena, moderación, disciplina y perseverancia. Cuando se aplica a comunidades y sociedades, el yoga ofrece un camino para una vida sostenible.

El yoga puede ser un instrumento importante en la búsqueda colectiva de la humanidad para promover un estilo de vida sostenible en armonía con el planeta Tierra. De acuerdo con este espíritu, el tema de las celebraciones del Día del Yoga de este año es “Yoga para la humanidad”.

¿Qué es el yoga?

El yoga es una práctica física, mental y espiritual de tradición antigua, que se originó en la India. La palabra «yoga» proviene del sánscrito y significa unidad porque simboliza la unión del cuerpo y la mente.

En la actualidad, se practican varias formas de yoga y su éxito y el número de seguidores es cada vez mayor en todo el mundo.

En reconocimiento de su popularidad universal, el 11 de diciembre de 2014, las Naciones Unidas proclamaron el 21 de junio como el Día Internacional del Yoga, con la resolución 69/131.

La celebración de este día sirve para concienciar a la población sobre los beneficios de practicar yoga.

La India propuso el proyecto de resolución para crear el Día Internacional del Yoga y recibió el apoyo de 175 Estados Miembros. El primer ministro indio, Narendra Modi, presentó el texto en un discurso pronunciado en la 69 sesión de la Asamblea General, en el que dijo: «el yoga es un don inestimable de nuestra antigua tradición. El yoga representa la unidad de la mente y el cuerpo, el pensamiento y la acción. Es importante coordinar todos esos aspectos. Ese enfoque holístico es valioso para nuestra salud y nuestro bienestar. El yoga no se trata solo de ejercicios, se trata de una manera de descubrir el sentido de identidad de uno mismo, el mundo y la naturaleza».

La resolución señala «la importancia de que las personas y las poblaciones adopten decisiones más saludables y modos de vida que propicien la buena salud». La Organización Mundial de la Salud (OMS) también ha pedido a los Estados miembros que fomenten la actividad física de los ciudadanos. El sedentarismo es una de las diez causas más frecuentes de muerte en el mundo, y un factor clave de enfermedades no transmisibles, como el cáncer, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.

El yoga es más que una actividad física. En palabras del que fue uno de los practicantes más famosos, B. K. S. Iyengar, «el yoga cultiva las formas de mantener una actitud equilibrada en la vida cotidiana y dota de capacidad en el desempeño de las acciones propias».