La Asamblea General de la ONU designó el 5 de junio como el Día Mundial del Ambiente en 1972, marcando el primer día de la histórica Conferencia de Estocolmo sobre el Medio Humano. Otra resolución adoptada el mismo día dió lugar a la creación del PNUMA. Dos años más tarde, el Día se celebró por primera vez dos años seguidos con el lema «La Tierra es única».

En los años 1970 y 1980, el Día ayudó al PNUMA a crear conciencia y generar un impulso político en torno a las crecientes preocupaciones tales como el agotamiento de la capa de ozono, los productos químicos tóxicos, la desertificación y el calentamiento global.

Este Día es el vehículo principal de las Naciones Unidas para promover la sensibilización y la adopción de medidas para el ambiente. Con los años se ha convertido en una amplia plataforma mundial para la difusión pública que es ampliamente celebrado por las partes interesadas en más de cien países. También sirve como el «día de los pueblos» para hacer algo positivo para el ambiente, galvanizando las acciones individuales en un poder colectivo que genera un impacto positivo exponencial en el planeta.

Además, es la oportunidad para que todos se den cuenta de la responsabilidad de cuidar de la Tierra y convertirse en agentes de cambio. A través de décadas de celebraciones del Día Mundial, cientos de miles de personas de países de todo el mundo y de todos los sectores de la sociedad han participado en la acción ambiental individual y organizada.

Cada año, el Día Mundial del Medio Ambiente se organiza entorno a un tema y sirve para centrar la atención en una cuestión particular apremiante. El tema de 2018, Sin Contaminación Por Plástico, hace un llamamiento a la población de todo el mundo en favor de un planeta Sin contaminación por plásticos. Cada año se vierten en los océanos 8 millones de toneladas de plástico, lo que amenaza la vida marina y humana, y destruye los ecosistemas naturales. El objetivo es concienciar sobre la necesidad de reducir la cantidad de plástico que se vierte en nuestros océanos. La celebración de este día pretende hacernos conscientes de que nosotros mismos podemos cambiar hábitos en nuestro día a día para reducir la pesada carga de la contaminación de los plásticos en nuestra naturaleza, en nuestra vida silvestre y sobre nuestra propia salud. Si bien es cierto que el plástico tiene diversos usos muy valiosos, dependemos demasiado del plástico de un solo uso o desechable y eso tiene graves consecuencias medioambientales.

Tomado de un.org