Por Camaleón
Comienza el año escolar en buena parte del territorio colombiano regido por el calendario A, y bien vale la oportunidad para reflexionar sobre un tema tan trascendental como la educación.
Hablando de los actores involucrados, la llamada «comunidad educativa» parece existir solo en teoría. En la práctica, los estudiantes hemos sido tradicionalmente sujetos pasivos, mientras que los padres de familia son apenas considerados para asuntos logísticos. Incluso los educadores, en muchos casos, deben cumplir horarios, planes de estudio y métodos evaluativos impuestos por funcionarios ajenos y cambiantes. Es un panorama desalentador.
Además, hemos transitado de una educación formativa a una educación meramente informativa. Hoy, los valores éticos, las conductas rectas y los hábitos personales y comunitarios parecen relegados en el entorno escolar. Lo que importa es responder correctamente formularios interminables, alimentando una cadena perpetua de especializaciones, diplomados, maestrías y doctorados. Como la ciencia no se agota, pareciera que nuestra vida entera debería transcurrir entre las aulas.
Por si fuera poco, hemos pasado de una educación elitista —en el mejor sentido de la palabra— a una educación estatista. Antes, las familias, los pueblos y las comunidades religiosas diseñaban sus propios modelos educativos para impartir valores y conocimientos a los suyos. Ahora, el Estado impone su modelo, con contenidos y métodos que proclama como superiores, aunque ello esté aún por demostrar.
Otro tema crítico es la ideologización y politización de la educación. En países más avanzados en estas materias, la neutralidad política e ideológica en las aulas es un principio incuestionable. En cambio, aquí vemos cómo se imponen agendas y visiones que terminan contaminando el verdadero propósito educativo. Un peligro evidente.
Es posible que en próximas ocasiones podamos ser más optimistas, porque en materia de educación siempre habrá espacio para pensar, evaluar y proponer. Mientras tanto, continuemos reflexionando sobre cómo mejorar este pilar fundamental de nuestra sociedad.
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