3. Saber conversar con Jesús es un arte grande y saber poseerlo una gran sabiduría. Sé humilde y pacífico y Jesús estará contigo; sé devoto y tranquilo y Jesús permanecerá contigo.

Si te inclinas hacia las cosas exteriores, puedes alejar pronto de ti a Jesús, y si le destierras de ti y lo pierdes, ¿a quién irías? ¿ A quién buscarás como amigo?

Sin amigo no se puede vivir contento, y si Jesús no es tu amigo predilecto, estarás muy triste y desconsolado. Neciamente obras, pues, si confías y te alegras en cualquier cosa. Es preferible tener todo el mundo contrario que ofender a Jesús. Por lo tanto, entre todos los que aprecias, sea Jesús, el que amas en modo especial.

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Fuente: Tomas de Kempis. La Imitación de Cristo. Edición Paulinas.