Era un día de mercado
en Santafé de Bogotá,
el pueblo estaba cansado
y decidió despertar.

No quería ese gobierno, 
formado por Españoles,
parecía un fuerte invierno
de maldades y opresiones.

Por eso un grupo de criollos
se reunió para pensar
cómo armar grandes embrollos
y empezar a gobernar.

Los famosos chapetones
preparaban en silencio
la visita esperada
de Don Antonio Villavicencio.

Los criollos organizaron 
un ataque muy prudente
y fue por ello que mandaron
a visitar a Llorente.

José González Llorente,
un Español vendedor
agresivo e imprudente 
fue de los criollos perseguidor.

Morales fue a visitarlo 
pareciendo muy paciente,
dispuesto a solicitarlo
aunque odiaba a Llorente.

Le dijo que por favor
le prestara tal florero
que sería un honor
lucirlo en tan magno evento.

La negativa indecente
que le dio al chapetón, 
hizo del florero de Llorente,
el inicio de la revolución.

El pueblo se reunió
y  maldijo a los chapetones,
y Carbonell convocó
a un grupo de pensadores.

Declaró Cabildo Abierto
y cuando vio la asistencia
de los criollos bien dispuestos
leyó el  Acta de Independencia.

El Autor de esta Acta,
“Chispero de la Revolución”:
José Acevedo y Gómez
gran legado nos dejó.

Ese fue el primer Congreso
y  se diría que los pies
de lo que hoy es la República.
Gracias a mil ochocientos diez.

Por: Anamerce Marto.

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