Si bien los resultados de la COP25 no colmaron las expectativas de la comunidad internacional, la delegación interinstitucional colombiana encabezada por el Ministerio de Relaciones Exteriores y Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, concretaron importantes resultados en beneficio del desarrollo y la sostenibilidad ambiental del país.

Entre ellos se destacan: La creación de la Red de Santiago para prevenir, minimizar y abordar las pérdidas y daños asociados con los efectos adversos del cambio climático en los países más vulnerables. La extensión por cinco años del Programa de Trabajo de Lima en Género y su Plan de Acción que reconoce las diferentes necesidades, roles de hombres y mujeres frente al cambio climático. Así mismo, se culminó la primera revisión del Comité de París sobre Creación de Capacidades que apoyará a los países en la implementación de sus metas de mitigación y adaptación.

Colombia logró la más grande ratificación de cooperación internacional a través de la firma de la segunda fase de la declaración conjunta de los Gobiernos de Noruega, Reino Unido y Alemania, que representa una ayuda de 366 millones de dólares para la lucha contra la deforestación.

Así mismo, se presentó el Plan de Acción del Pacto de Leticia por la Amazonía con cinco líneas que condensan las primeras tareas en: reforestación, conservación, uso sostenible de los bosques, la biodiversidad y promoción de la bioeconomía; Seguridad Amazónica, Gestión de la información y del conocimiento, y reportes, Empoderamiento de las mujeres y pueblos indígenas y Financiamiento y Cooperación Internacional.

Se suscribió un Memorando de Entendimiento con el Instituto de Recursos Mundiales (WRI) para: Implementar el concepto de biodiverciudades, promover el uso sostenible de recursos, la financiación de proyectos verdes, y procesos de educación ambiental y de economía circular.

De igual manera, Colombia concretó la cooperación, así como su ruta de trabajo con la Unión Europea enfocada en economía circular, que permitirá la financiación de la Coalición Regional de Economía Circular de América Latina y el Caribe, y que será presidida en primera instancia por Colombia. Se estima que para los primeros dos años de funcionamiento se requiera una suma cercana a los 300.000 euros.

Uno de los principales anuncios que se hizo en el marco de esta COP25 realizada en Madrid, fue la designación de Colombia como sede del Día Mundial del Medio Ambiente en 2020, a celebrarse el 5 de junio próximo y cuya temática será la biodiversidad.

Aunque desafortunadamente la COP no logró un acuerdo sobre las reglas que guiarán la implementación del artículo 6 del Acuerdo de París sobre mercados de carbono, Colombia impulsó, junto a un grupo de más de 30 países liderados por Costa Rica, la Declaración de Principios de San José. Esta busca proteger el medio ambiente a través de la definición de unos mecanismos de mercado que adopten un sistema contable transparente y que evite el uso de reducciones de emisiones generadas antes del 2020 para cumplir con las metas del Acuerdo de París.

Mientras las delegaciones negociaban en Madrid, los mecanismos de transparencia y participación, así como información y derechos humanos, el gobierno del Presidente Iván Duque firmó el Acuerdo de Escazú, un instrumento vinculante que garantiza la implementación plena y efectiva en América Latina y el Caribe de los derechos de acceso a la información ambiental, la participación pública en los procesos de toma de decisiones ambientales y el acceso a la justicia en asuntos ambientales. 

Fuente: http://www.minambiente.gov.co