Después de un viaje de dos horas, una boa (Boa constrictor) finalmente sintió cómo su cuerpo se descargó sobre un campo lleno de hojas, un ambiente muy familiar para ella. Inmediatamente levantó su cabeza y con sigilo observó todo a su alrededor y luego se empezó a deslizar hacia el bosque sin ninguna prisa. No tardó mucho en entender que se encontraba de nuevo en casa, o por lo menos muy cerca de la zona en la que, por accidente, un campesino le causó graves heridas con una guadaña. Después de un proceso de recuperación difícil y lleno de aprendizajes, fue liberada por el Equipo de Fauna Silvestre de Cornare en el municipio de Alejandría.

Todo empezó siete meses atrás. Este individuo ingresó al Centro de Atención y Valoración de Fauna de Cornare el 10 de noviembre de 2021, una vez allí, recibió atención inmediata por parte de los profesionales a cargo, quienes después de realizar la valoración inicial determinaron que era urgente darle manejo al dolor que estaba sintiendo el animal, antes de intervenirlo quirúrgicamente.

Camilo Muñoz, uno de los médicos veterinarios que atendió este caso, señaló que la boa presentaba múltiples heridas por objeto cortopunzante e incluso, algunas de ellas, con exposición de tejido óseo. “Fue necesario aplicar anestesia profunda y proceder con un cierre primario o inmediato de las heridas, pero había una demasiado extensa y compleja que no permitía el cierre total por lo que se decidió usar otro tipo de estrategia, unos parches para favorecer la cicatrización”, explicó el profesional.

Cuatro horas aproximadamente duró la intervención de este animal y desde el primer momento todo indicaba que cada paso en este proceso sería un reto para el Equipo de Fauna Silvestre de Cornare, pues ninguno de ellos se había enfrentado a un caso similar y tampoco hay mucha información escrita sobre medicina en este tipo de especies, sin embargo, la misión era salvarle la vida y regresarla a su hábitat natural.

La razón por la que terminó esta boa en el Hogar de Paso

En la mañana de aquel 10 de noviembre, Norbey Pamplona Morales, habitante de la vereda La Pava de Alejandría, se encontraba realizando una de sus múltiples labores en el campo, cuando accidentalmente hirió a la boa. La impotencia que sintió en ese momento se convirtió en la fuerza que necesitaba para reaccionar pronto y de la mejor manera para evitar que muriera.

“Yo estaba guadañando cerca de un nacimiento de agua cuando sentí que la máquina se atrancó, luego noté que algo dio la vuelta en el suelo, me fijé bien y vi que era una serpiente. Inmediatamente apagué la máquina, de alguna forma la capturé sin lastimarla mucho y la llevé hasta la casa, después me comuniqué con Cornare para que la recogieran”, contó Norbey.

Ese mismo día funcionarios de la corporación acudieron hasta el lugar para realizar el traslado de la boa hasta el Hogar de Paso, donde el equipo de fauna silvestre esperaba para atenderla con urgencia.

Cómo fue el proceso de recuperación

A diferencia de algunos mamíferos u otras especies de animales, el proceso de recuperación de esta boa no fue sencillo, ni mucho menos rápido, puesto que la cicatrización en los reptiles es muy lenta y depende mucho de la temperatura del ambiente. A pesar de que era completamente silvestre y no requería rehabilitación, su estadía en el Hogar de Paso se extendió por siete meses.

Pasados algunos días después de la intervención quirúrgica, los profesionales notaron que una parte del tejido respondió muy bien al procedimiento, pero otra empezó a presentar un proceso de necrosis (muerte de tejido), por lo que fue necesario reintervenir al individuo para retirar todo el tejido muerto y nuevamente favorecer el proceso de cicatrización.

Luego de esto, la recuperación empezó a mostrar mejores resultados y la boa fue ubicada en zona aislada del Hogar de Paso en la que pudiera estar más tranquila.

“Al tratarse de un individuo silvestre tuvimos que utilizar varias estrategias para favorecer que la cicatrización se diera adecuadamente, por ejemplo, se adecuó un terrario en una zona aislada, se manejó la temperatura de manera artificial porque el clima de El Santuario es un poco hostil para este tipo de especies, además de eso, se limitó la manipulación a los tiempos estrictamente necesarios para reducir el estrés”, añadió Camilo Muñoz.

Estimular el consumo de alimentos en la boa fue un proceso algo complejo, pero era realmente importante para que se recuperara exitosamente, por lo que el equipo en primera instancia le brindó alimentación por sonda, luego la asistió con ratones muertos para favorecer el consumo natural y cuando se consideró pertinente, le suministraron presas vivas, las cuales empezó a consumir muy bien.

Ecdisis en medio de la recuperación

Otra situación que se dio mientras este individuo se encontraba en el Hogar de Paso de Cornare, y que retardó su recuperación, fue que inició su proceso de ecdisis (muda de la piel), el cual tardó aproximadamente tres meses, un poco más de lo que le habría tomado si estuviera en su hábitat natural. Durante ese tiempo los individuos tienden a refugiarse, no se alimentan, no salen a la luz del día, entran en un periodo de hipodinamia y para este caso en particular, retrasó mucho más la cicatrización.

“Normalmente en vida silvestre estos animales primero comen mucho para acumular reservas que se consumen cuando entran en este proceso, pero en este caso no sabíamos si había alcanzado a obtener las reservas que necesitaba y de alguna manera esto nos generó gran preocupación, por lo que tomamos la decisión de brindarle alimentación asistida para garantizar sus requerimientos energéticos y la cicatrización”, precisó Cristina Buitrago, médica veterinaria del Hogar de Paso de Cornare.

Fueron unos meses de angustia, pero también grandes aprendizajes para estos profesionales quienes se vieron obligados a cambiar todo el manejo de la herida que venían realizando y de esta manera, favorecer que la ecdisis se diera más rápido.

Llegó el momento de su liberación

Aunque tomó su tiempo y hubo algunas dificultades, por fortuna la recuperación de la boa se llevó a cabo de manera satisfactoria y llegó el día en que se puso fecha a su liberación, su regreso a casa.

En este momento del proceso Norbey Pamplona fue de gran ayuda, pues se encargó de brindar información precisa para evaluar el lugar del cual provino este individuo y a partir de ahí, el equipo de fauna silvestre de Cornare determinó que cumplía con las condiciones que requería para vivir exitosamente en el medio ambiente y sin alterar los ecosistemas.

Un grupo de profesionales en medicina veterinaria, biología y zootecnia de la corporación y que participó de este exitoso caso, se desplazó hasta la zona para finalizar la tarea que inició hace siete meses y orgullosos de la misión cumplida fueron testigos de cómo este reptil se desplazaba cómodamente por su hábitat natural, hasta perderse de vista.

Por su parte Norbey relató que su amor por la naturaleza y los animales le hicieron actuar instintivamente, levantar la boa herida y buscar ayuda para evitar que perdiera la vida por este accidente que no pudo prever. Hoy con gran satisfacción siente que todo su esfuerzo no fue en vano.

Para saber más sobre las boas en la región

Las boas hacen parte de un grupo de serpientes que se distribuyen naturalmente en la región Cornare, especialmente en las zonas templadas a cálidas, estas no representan ningún tipo de peligro para las personas y cumplen una importante función biológica en los ecosistemas como controladoras de algunas plagas, entre ellas los ratones.

Desde Cornare y el Área Metropolitana del Valle de Aburrá se promueve la campaña #DéjalosCruzar para fomentar la cultura de los ciudadanos de respetar las diferentes especies que se pueden encontrar atravesando las vías.

Fuente: Cornare