1.Hijo, ahora te indicaré el camino que lleva a la paz y a la verdadera libertad.

2. Haz, Señor, lo que dices y tendré sumo placer en oírte.

3. Esfuérzate, hijo en cumplir antes la voluntad de otros que la tuya. Elige siempre tener menos que más. Busca siempre el lugar más bajo y está sometido a todos.

Procura siempre y pide que se cumpla íntegramente en ti la voluntad de Dios. Un hombre que haga eso ya ha entrado en el reino de la paz y la tranquilidad.

Lea también: El deseo de cumplir tu voluntad y el amor de tu gloria deben superar cualquier aspiración

Fuente: Tomas de Kempis. La Imitación de Cristo. Edición Paulinas.