Desde hace un par de años el éxodo de venezolanos hacia Colombia ha sido constante y sigue hoy por hoy. Todos sabemos, no solo por los medios de comunicación los problemas sociales que enfrenta Venezuela, sino también por lo que cuentan y dicen los migrantes venezolanos residentes en nuestro país. Esta migración venezolana también ha llegado a Sonsón.

Los venezolanos son llamados: “Chamos” que significa amigo o parcero; también se les llama «Venecos» pero hay que tener cuidado con este término ya que algunos lo utilizan de forma peyorativa para insultar a nuestros hermanos.

No se saben cifras exactas de cuantos venezolanos hay viviendo en Sonsón pero cabe anotar y recordar que este flujo migratorio hace parte de los fenómenos sociológicos e históricos que viven los países desde los años 70  y 80 cuando gran cantidad de colombianos migraron hacia Venezuela y se radicaron allí porque encontraron mejores opciones de vida que en Colombia.

También la migración a otros países la hemos hecho los sonsoneños. Tuve el gusto y el placer de realizar en conjunto con nuestro canal de televisión local Sonsón TV, el programa “Sonsoneños al otro lado del charco”, en el cual nuestros paisanos y personas de otras regiones del país contaban sus vivencias; los sonsoneños hemos viajado por varios motivos a otros países, algunos viven y han encontrado bienestar en otros lugares del mundo incluso en la propia hermana Venezuela. La gran mayoría de Venezolanos que hay en nuestro municipio son trabajadores y emprendedores, y por su acento costeño y llanero son reconocidos en nuestro Sonsón.

Recibamos los hermanos que llegan, no solo venezolanos si no de varias partes del mundo y de todas las regiones de esta bella Colombia, y hagamos honor a nuestro himno en esta bella frase que encierra todo lo que les he dicho:

“No te guardan cañones tonantes, ni encerrada entre muros te ves, porque aspiran tus brazos amantes, estrechar al que llegue a tus pies.»

Entendamos que todas las comunidades son etnias conformadas por varias culturas las cuales habitan y conviven en un mismo territorio y aunque existan diferencias de todo tipo siempre debe imperar el respeto mutuo.

Por:

Jaime Alberto López Bonilla.
Historiador Universidad Nacional Medellín.
Correo: jaime.lopez@periodicoelparamo.com