20. Dios Espíritu Santo, que es estéril en Dios —es decir, no produce otra persona divina en la Divinidad— se hizo fecundo por María, su Esposa. Con Ella, en Ella y de Ella produjo su obra maestra, que es Dios hecho hombre, y produce todos los días hasta el fin de los tiempos a los predestinados y miembros de esta Cabeza adorable.

Por ello, cuando más encuentra el Espíritu Santo a María, su querida e indisoluble Esposa en un alma, tanto más poderoso y dinámico se muestra para producir a Jesucristo en esa alma y a ésta en Jesucristo.

Lea también:

Fuente: Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen María y el Secreto de María