El segundo sábado de agosto se conmemora en Colombia la existencia de esta especie que fue declarada en peligro desde 1973.

Un grupo de titís cabeciblancos (Saguinus oedipus), culminaron juntos un largo proceso de readaptación en el Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre de Cornare – CAV, y recientemente fueron liberados en su hábitat natural, el cual se encuentra fuera de la jurisdicción de la corporación.

Estos primates ingresaron al CAV de Cornare producto de dos incautaciones realizadas en el municipio de Rionegro, una de ellas en el 2020 y otra en el 2021, y las historias clínicas refieren que al momento de su llegada no mostraban heridas ni lesiones, sin embargo, presentaban desbalance nutricional y alteraciones comportamentales.

Yesica Tabares Castaño, bióloga de Cornare, explicó que “estos individuos pasaron por un proceso largo de readaptación y rehabilitación, desde el componente clínico, nutricional y biológico, en el que se implementaron diversas estrategias y estímulos para que de alguna manera recuperaran ciertas habilidades que pierden en el cautiverio y que son fundamentales para la supervivencia en vida silvestre”.

Precisamente unas de las estrategias que se llevaron a cabo con este grupo de individuos hasta estar aptos para su liberación, consistieron en hacer la transición de su dieta al punto de lograr que fuera balanceada y que incluyera los alimentos que encuentran en vida silvestre, oferta de insectos y otros componentes de su dieta en estructuras para estimular su capacidad de búsqueda durante la mayor parte del día, reducción del contacto con humanos para que no los asociaran como proveedores de alimento, enriquecimientos ambientales de los encierros para reducir ansiedad, asemejando el bosque, e incluso, ahuyentamiento con serpientes, felinos, aves rapaces u otro tipo de individuos que serían sus depredadores en la vida silvestre.

Es la primera vez que en las instalaciones de Cornare se logra cumplir exitosamente la rehabilitación y liberación de individuos de esta especie, ya que antes no se contaba con espacios adecuados para recibirlos y debían ser trasladados a otros CAV del país para que se realizara todo el proceso.

Después de vivir por años lejos de su hábitat, este grupo de titís cabeciblancos fue liberado gracias a la articulación con otras corporaciones del país que cuentan en su territorio con distribución de la especie y se eligió una zona de reserva en la cual se podrán desarrollar, reproducir, dispersar semillas, entre otras funciones fundamentales para el equilibrio del ecosistema y estarán protegidos de volver a las manos de los traficantes de fauna silvestre.

El dato

Entre el 2020 y el 2022 han ingresado 19 de estos primates al CAV de Cornare: 6 en 2020, 4 en 2021 y 9 en 2022. Estos fueron los primeros en regresar a su medio natural, otros continúan en su proceso de readaptación y unos más se dejaron en manos de otros Centros de Atención.

El tití cabeciblanco, especie colombiana que lucha contra el tráfico ilegal

Este mono tití es endémico de Colombia y se encuentra dentro de la categoría de amenaza como en peligro crítico de extinción, esto a causa de la deforestación masiva de sus bosques o hábitat y a la cacería ilegal para obtenerlos cómo mascotas.

Su tamaño es comparable con el de una ardilla, mide entre 20 y 25 centímetros, no alcanza un kilo de peso y el mechón de pelo blanco que rodea su cabeza, además de hacer honor a su nombre, lo hace muy llamativo.

Habita en el bosque seco tropical del Caribe colombiano, por eso tiene uñas con forma de garra para saltar de un árbol a otro. Son territoriales, grandes dispersores de semillas y su dieta está basada en frutos de árboles, brotes de hojas, yemas florales y pequeños vertebrados. Se estima que solo queda el 5 por ciento del rango geográfico original del mono tití. A medida que su hábitat se reduce, también lo hacen las esperanzas de su supervivencia.

Fuente: Cornare