La siquiatra Mirian Rojas en su libro Cómo hacer que te pasen cosas buenas, nos ofrece una reflexión en el tema del amor a los demás.

“El amor es el sentimiento supremo que una persona puede experimentar hacia alguien. El darse a los demás son factores protectores de la mente y del cuerpo. Sentirse querido y acompañado es una de las claves para ser feliz».

En la vida la mayor parte de las relaciones, de las interacciones, de los momentos de disfrute y placer están relacionados con nuestra interacción con otros. Para que esta relación funcione bien es fundamental que las relaciones entre las personas sean fáciles y sanas.

Las personas con más vínculos en familia, amigos o la comunidad son más felices y viven más tiempo que las personas que tienen menos relaciones. La soledad ha demostrado ser profundamente toxica, esas personas aisladas estadísticamente son menos felices, susceptibles a dificultades en la salud y sus funciones cerebrales decaen más de forma precipitada en la vejez, se ha relacionado estudios que vinculan la soledad con el alzhéimer y otras demencias.

Lo importante no es el número de vínculos sociales sino la calidad de estos, es decir conectar de forma adecuada para generar un ambiente cordial.

Lo que los seres humanos necesitamos son las llamadas hormonas SEROTONINA, ENDORFINA, DOPAMINA y OXITOCINA que son sustancias químicas relacionadas con la felicidad y nuestro cuerpo es capaz de generarlas. Si has escuchado la frase “La felicidad está dentro de ti», la felicidad es una emoción positiva, un buen estado emocional relacionado con la satisfacción, motivación y alcanzar sueños y metas que nos trazamos. Se trata de un bienestar que influye toda nuestra vida, es cómo actuamos con nuestra mente, pensamientos, acciones y así encontrar un verdadero equilibrio con nuestro cuerpo, alma y espíritu.

SEROTONINA: La hormona del bienestar, es una sustancia que producimos de forma natural, tanto en el cerebro como en los intestinos, pues genera relajación, satisfacción, nos ayuda a tener una buena autoestima, es fundamental en la regulación de nuestro estado de ánimo en general, regula el sueño, temperatura de nuestro cuerpo. ¿Cómo incrementarla? Se produce a partir del TRIPTOFANO que es un aminoácido esencial en nuestra nutrición y se encuentra en alimentos como nueces, maní, chocolate negro, leche, queso y pescado. También se adquiere al dormir bien, recibir sol para recibir la vitamina D moderadamente, reírse, escuchar música, bailar y abrazar a las personas que queremos.

DOPAMINA: La hormona del placer, es una herramienta clave en las relaciones sociales y es la manera de interactuar con otros. El ser amable y comunicarse de forma positiva. Se activa al aumentar el consumo de alimentos ricos en TIROSINA: Chocolate negro, sandia, almendras, plátano, aguacate, carne, té verde, arándanos.

OXITOCINA: La hormona del amor, regula ciertas conductas y emociones, influye en las relaciones de pareja, el estado anímico, la necesidad de cuidado, la sexualidad y el bienestar, el afecto y el placer. La falta de la hormona oxitocina puede acarrear la predisposición de la persona a la depresión o la falta de empatía, además, afectar sus relaciones sociales. Se activa al reír, tener relaciones sexuales, meditar,
tocar nuestra mascota, dar abrazos y llorar. Se encuentra en los alimentos que podrían estimular su producción: romero, chocolate, tomillo, hinojo, hierbabuena y leche animal.

ENDORFINA: La hormona de la felicidad, son péptidos (proteínas pequeñas) que se unen con los receptores de los opioides del sistema nervioso central. Una endorfina es un tipo de neurotransmisor, sustancias que elabora el cuerpo para aliviar el dolor y dar sensación de bienestar. ¿Cómo se liberan? Practicar deporte, comer bien, descansar correctamente, tomar sol, reducir el estrés, no tomar azucares refinados.

«Sabiendo todo esto, prueba ser amable, a querer más, genere vínculos más agradables con los demás, sonríe, no juzgue, sea más compasivo con su entorno, muestre interés por los demás, por su vida, de manera sincera y amable, hablar bien de los demás produce paz”.

¡Somos lo que dejamos en el corazón de las personas!

Por: Martha Isabel González C.

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