Cuatro ejemplares de monos churucos, de la especie Lagotrix lagotricha, fueron trasladados desde los departamentos de Antioquia, Caldas y Cundinamarca hasta el Meta, donde tendrán una oportunidad de volver a la libertad en la Reserva Natural Rey Zamuro Matarredonda.

En una gestión conjunta entre Cornare, el Equipo de Fauna Silvestre del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, Corantioquia, la Universidad CES, Corpocaldas y la Secretaría Distrital de Medio Ambiente de Bogotá (SDA), los animales fueron seleccionados y revisados para participar de un proyecto de reintroducción de churucos.

Cada entidad aportó al proyecto un ejemplar: los dos machos y una hembra, provenientes de Corpocaldas, Corantioquia y la SDA, fueron entregados voluntariamente en sus instalaciones, y la otra hembra fue recuperada por Cornare en vía pública en Llanogrande, Rionegro.

Estos ejemplares normalmente tienen pocas posibilidades de ser reintroducidos a sus entornos naturales, debido a que su recuperación requiere infraestructuras y procesos de difícil ejecución. Por eso, las entidades consideraron importante la oportunidad de incluirlos en el proyecto “Implicaciones ecológicas y fisiológicas del proceso de rehabilitación y reintroducción de un grupo de monos churucos (Lagothrix spp.), en Colombia”, ejecutado desde 2016 por el Laboratorio de Ecología de Bosques Tropicales y Primatología de la Universidad de los Andes en colaboración con Cormacarena.

En este proceso se espera que los animales recuperen habilidades para estar en vida silvestre con estímulos para que permanezcan en estratos altos, reconozcan los frutos silvestres, conformen un grupo que les permita interactuar y protegerse mutuamente, entre otros aspectos. Una vez los investigadores determinen que es viable, procederán a su liberación y monitoreo en la zona elegida, que cuenta con un bosque que puede proveer refugio y alimento a los primates.

Los monos churucos son uno de los primates más amenazados del país, categorizados como Vulnerables a la extinción según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Su tenencia en cautiverio les causa diversas enfermedades y comportamientos aberrantes, producto de la alimentación con comidas procesadas, el trato humanizado y el haber crecido lejos de sus semejantes. Tener animales silvestres como mascotas está prohibido por la ley colombiana.

Se les considera los más grandes de Latinoamérica y al ser gregarios, pueden llegar a convivir en grupos de hasta de 24 individuos. “Por eso tenerlos solos y en cautiverio se convierte en maltrato y crueldad animal, ya que necesitan de sus compañeros para el desarrollo adecuado de sus funciones”, explica Ana María Ceballos Gómez, veterinaria de Cornare.

Además, los churucos tienen la función dentro del ecosistema de dispersar semillas. Así, se calcula que una manada de churucos puede diseminar un promedio de hasta 200 especies de plantas anuales, lo que ayuda a mantener la estabilidad de los bosques.

Una churuca en Llanogrande

El 4 de agosto de este año ingresó al Hogar de Paso de Cornare un ejemplar hembra adulto de mono churuco. Su aparición en Rionegro causó conmoción en la comunidad del municipio, ya que se trataba de una especie cuyo hábitat natural es el suroriente del país, por lo que se presume estaba en cautiverio y pudo haber escapado.

“La Policía Nacional y Cornare realizaron la captura del animal. Se presume que era procedente del tráfico ilegal, pues esta especie no tiene distribución natural en el Oriente antioqueño”, dice la veterinaria.

Agrega que por algún motivo se escapó del cautiverio y andaba deambulando por las calles de un sector en Llanogrande, donde pudo ser atropellado de no ser por la llamada oportuna de un habitante del sector. Así, se procedió a dar captura al animal y llevarlo al Hogar de Paso de Cornare.

La tenencia de fauna silvestre no está permitida, a menos de que se cuente con alguna autorización otorgada por la Corporación Ambiental. En este caso el espécimen no contaba con permiso, por lo tanto, era ilegal tenerlo en cautiverio y se dio parte a las autoridades para que adelanten la investigación correspondiente.

“Una vez ingresó al Hogar de Paso de Cornare se valoró por los profesionales. Se observó que estaba en buenas condiciones y se le realizaron exámenes para detección de virus y enfermedades. Se ajustó su nutrición y realizamos el tratamiento adecuado para que entrara a un proceso de rehabilitación”, continuó la veterinaria. Se presume además que el animal llevaba un tiempo largo en cautiverio porque estaba totalmente humanizado.

Gracias a este convenio, la churuca tendrá una segunda oportunidad.

El dato

En el Hogar de Paso de Cornare se tienen actualmente 150 especímenes, en su mayoría psittacidas (90%), es decir, el grupo de aves a las que pertenecen las guacamayas, loros y pericos. También se encuentran en recuperación tortugas morrocoy y primates pequeños.

Fuente: Oficina de Comunicaciones de CORNARE