Amaneces con la lluvia, amaneces con el sol,
con entereza y confianza
a cumplir con tu labor.

Dedicas todo tu tiempo, con abnegado valor
a quien poco te defrauda.
¡Cultívala con amor! 

Con tu labor te haces grande y engrandeces los demás
compartiendo con los tuyo
alimento y bienestar.

¡Bienaventurada tierra que siempre frutos dará!
Con las manos bendecidas 
la cosecha renacerá.

Somos parte de ese campo, al salir a respirar
el olor a frutos verdes,
que germinan sin igual.

Olvidar al campesino, sería algo fatal.
Mucho daño causaría,
es base fundamental.

No abandones tu parcela, pues es tu amiga leal,
el presente y el futuro
para la prosperidad.

Con admiración y respeto, Anamerce Marto.

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