Aunque se ha avanzado en la construcción de un mundo mejor, demasiadas personas se han quedado atrás. Personas que no pueden beneficiarse del desarrollo humano, la innovación o el crecimiento económico. 

De hecho, millones de personas en todo el mundo no pueden permitirse una alimentación sana, lo que las pone en alto riesgo de inseguridad alimentaria y malnutrición. Pero para poner fin al hambre no se trata solo del suministro. Hoy en día se producen alimentos suficientes para nutrir a todos en el planeta.  

El problema radica en el acceso y la disponibilidad que se ven cada vez más obstaculizados por numerosos desafíos, como la pandemia de COVID-19, los conflictos, el cambio climático, la desigualdad, la subida de precios y las tensiones internacionales. Personas de todo el mundo están sufriendo el efecto dominó de unos desafíos que no conocen fronteras.

El tema del Día Mundial de la Alimentación 2022 es un llamado a No dejar a nadie atrás.

El mundo globalizado es uno en el que la economías, culturas y poblaciones están cada vez más interconectadas. Algunos son seres humanos son vulnerables por quiénes son o por dónde viven, pero la realidad es que todos son frágiles. Cuando alguien se queda atrás se rompe una cadena. Esto repercute no solo en la vida de esa persona, sino también en la todos.

Hoy más que nunca es necesario soluciones mundiales ante las crisis mundiales. Apuntando a mejor producción, mejor nutrición, mejor medio ambiente y una vida mejor se pueden transformar los sistemas agroalimentarios y avanzar mejor mediante la implementación de soluciones sostenibles y holísticas que consideren el desarrollo a largo plazo, el crecimiento económico inclusivo y una mayor resiliencia.

Fuente: https://www.fao.org/