Desde su fundación en 1800 Sonsón se destacó por ser una población pujante y muy prospera en Antioquia. Desde la década de 1830 el país entro en un periodo de modernización, desarrollo y educación, las elites nacionales, bogotanas e incluyendo a las antioqueñas y sonsoneñas, buscaron por todos los medios hacer florecer sus ciudades, y la sociedad y líderes de Sonsón no se quedaron atrás.

Fue así como desde muy temprano Sonsón se destacó por su importancia no solo en al ámbito departamental sino también nacional como uno de los epicentros desarrollistas del país. En este empeño puso todos sus recursos y fue así como desde 1850 a 1959, contó con bancos, empresas, fabricas, gran cantidad colegios de prestancia y seminario diocesano vocacional.

Sonsón fue uno de los epicentros de la vida económica en Colombia, pero paulatinamente todo esto fue cambiando y se fue relegando en todo sentido. La decadencia y la crisis sonsoneña se atribuye a un sin número de hechos y acontecimientos que poco se han estudiado por parte de los científicos de las ciencias sociales (historiadores, antropólogos y sociólogos).

Sonsón ha estado al margen de los conflictos sociales, políticos y económicos, a nivel nacional e internacional, y todos estos hechos y acontecimientos han marcado el devenir del municipio a lo largo de sus 219 años de vida. Ante todo esto, podemos decir de forma hipotética, estas pequeñas píldoras de tipo históricas y sociológicas para entender por qué nuestro Sonsón fue pujante en un tiempo y de un momento a otro su desarrollo y progreso se vino a menos.

Fruto de las guerras civiles del siglo XIX la comarca antioqueña como todo el país entro en una crisis la cual se sorteó en parte bajo los gobiernos de Núñez y Caro, pero el país aun con pobreza y poco desarrollo decidió entrar en un programa de modernidad y fue así como en este periodo en Colombia se inició la construcción y finalización de los ferrocarriles a nivel nacional. El flamante el ferrocarril de Antioquia en un principio fue trazado para unir a Medellín con Honda pasando por Sonsón y  por una serie de estudios técnicos, económicos y políticos se decidió construir por la región del nus, pasando por el Nordeste antioqueño y para esta obra fue construido el túnel de la quiebra. Fue así como Sonsón se quedó aislado de Medellín y casi todo el país ya que el tren que se pensó para nosotros nos lo fue arrebatado.

Algunos historiadores de renombre a nivel nacional resaltan como, desde finales del siglo XIX y hasta la década de 1960, el desarrollo de Medellín en el ámbito nacional y también Internacional, paso de ser un pueblo, una simple villa a una gran metrópolis; el desarrollo industrial y demográfico de la capital de Antioquia, trajo como resultado que la gran mayoría de empresas y fábricas de las poblaciones antioqueñas se volcaran y migraran hacia Medellín. Para 1960 ya era una gran ciudad, un emporio, contaba con servicios básicos de agua, alcantarillado, iluminación pública y en los hogares y fábricas, contaba con una red de transporte muy moderna de tranvías, y la industria textil y cafetera era lo que más recursos y ganancias le producía, además ya contaba con carreteras que la comunicaban con casi todos los municipios y regiones departamentales y en el tema de carreteras contaba con tres vías carreteables principales: la vía Medellín  – Bogotá pasando por Sonsón, la vía hacia el Urabá y finalmente la vía hacia Yarumal, la cual nos comunicaba con las llanuras y el caribe colombiano.

El Ferrocarril de Antioquia, el cual nos comunicaba con la Costa y Bogotá, una vez llegaba a Medellín se deslindaba hacia el pacífico hasta llegar a Buenaventura. Finalmente, el aeropuerto el cual fue un logro social y político del Dr. Olaya Herrera durante su mandato como presidente del país. Todo esto género que la población antioqueña que para antes de 1930 era de un 65% rural asentada en los municipios y en los campos, pasara en 1960 a ser a la inversa, 65% urbana y 35% asentada en los pueblos. La población llegada a Medellín en todo este tiempo era de tipo pueblerina, rural con costumbres muy sencillas, poco letrada, casi toda analfabeta, pero con valores sociales y éticos que eran su fortaleza.

La población de Sonsón migro hacia Medellín, primero sus familias más adineradas con sus capitales y empresas y luego las gentes del común quienes llegaban a trabajar en fábricas. Los hombres salían desde muy jóvenes a trabajar como operario de máquinas, obras, edificios, en las líneas férreas y las vías y carreteras que unían a la capital con el resto de Antioquia, a su vez, muchos se empleaban como conductores de tranvías y taxis; este éxodo no solo fue de los Sonsoneños y Sonsoneñas, si no en general en toda la población Antioqueña, lo cual llevo a una fuerte disminución poblacional en los municipios de Antioquia.

1960 es el año en donde comienza la vida moderna del país en el siglo XX. Sonsón y su crisis se asentaron con los terremotos que durante la década de los 60 sacudieron el territorio colombiano y afectaron fuertemente el municipio que fue destruido casi en su totalidad, y nuestra mayor pérdida fue el derribamiento de la antigua catedral que fue demolida con pólvora y dinamita.

La Diócesis de Sonsón paso a llamarse la Diócesis Sonsón – Rionegro y su cabecera se mudó hacia Rionegro y nuevamente se vio un fuerte flujo migratorio hacia Medellín. En la década de los años 1975 – 1980 Rionegro entra en un periodo de desarrollo es así como gran parte de las obras y el desarrollo que se pensaba hacer en Sonsón lo toma Rionegro. Entre los años de 1978 – 1982 se construye en medio de una gran polémica la vía o Autopista Bogotá – Medellín la cual es inaugurada en el año 82 y Sonsón es excluido una vez más de los macro proyectos viables de Colombia, primero con el ferrocarril y luego la construcción de la autopista.

Desde 1960 otras ciudades del país como Pereira, Manizales, Barranquilla, en el ámbito nacional, lograron un gran desarrollo mermándole poder económico a Medellín y Antioquia y hacia las cuales migro gran número de Sonsoneños.

Del año 82 y hasta 1988 Sonsón vivió una relativa calma y una población algo estable, lo que sí se observó en estos 7 años fue la gran migración de los campesinos de nuestros corregimientos y veredas hacia el casco urbano con el ánimo de darle educación de calidad a sus hijos; esta migración también se dio desde municipios vecinos como: Argelia, Nariño y las poblaciones limítrofes del departamento de Caldas, de cierto modo, Sonsón era un paraíso ante la grave situación social que vivía Colombia y la violencia de los años 80 y en especial la generada por las guerrillas, paramilitares y narcotráfico. En 1988 sucede en Sonsón algunos hechos de acontecimientos anormales como: extorciones, boleteos, secuestros y paulatinamente la llegada de movimientos guerrilleros a nuestra zona. Para la década de los 90 todo esto se acrecentó en y un abrir y cerrar de ojos toda la comarca o Región Páramo de Sonsón quedo a merced de la violencia de todos los grupos armados del país.

Los años claves en que la violencia se ensaño con Sonsón y la Región Páramo que comprende el Sur Oriente antioqueño y Norte del departamento de Caldas, fueron entre 1988 – 2005, 17 años que no quisiéramos volver a vivir por todo lo generado negativamente; pero también que nos sirva como punto de partida para pararnos y seguir adelante.

Finalmente, muchos atribuyen la decadencia de Sonsón a una anécdota a la que se refieren las personas mayores y es que creen que Sonsón fue maldecido por un sacerdote o cura para que nunca progresara.

Sobre estos temas hay mucho que investigar, indagar y estudiar desde la academia y nosotros mismos, no para juzgar los hechos sino para entenderlos y reflexionar acerca del Sonsón del ayer y del que deseamos construir desde el presente.

Por: Jaime Alberto López Bonilla, historiador.