Desde hace un año largo, prácticamente ya se van a cumplir dos años, la comunidad de la parte Sur del Municipio de Sonsón se ve afectada por la construcción y puesta en funcionamiento de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales – PTAR, la cual destila fuertes olores contaminantes y ha producido en los habitantes de los barrios Santo Tomás, El Carmelo, el sector de La Calzada y habitantes de las fincas cercanas, gran afectación de su salud.

No es justo que la gente más humilde y pobre de nuestro Municipio sufra las afectaciones y ante todo las de su salud por culpa de la PTAR. Aunque la comunidad ha tocado todas las puertas legales de las instituciones públicas y privadas a las que les atañe el problema para dar solución, no se ha logrado conseguir el cierre de esta.

La comunidad ha tocado también las instancias judiciales para defender sus derechos de preservar su salud y el medioambiente y no ha sido posible. Incluso esta problemática también ha sido expuesta en los diferentes medios de comunicación noticiosos del municipio y lo único que ha recibido la gente del sector son respuestas inocuas, poco alentadoras para resolver este gran problema que con el paso del tiempo se empeora cada vez más y el cual puede a futuro perjudicar al Municipio de Sonsón.

La gran cantidad de moscas, zancudos y roedores tiene alarmada la población de los barrios ya mencionados con anterioridad y los problemas de salud como brotes en la piel, dolores de cabeza ceberos, son la constante. Además los fétidos olores se sienten en toda la zona Sur de Sonsón y antes de llegar al barrio El Carmelo, una cuadra antes, se empieza a percibir la gran contaminación de las aguas putrefactas de esta PTAR. Los olores no son los de flores aromáticas, ni de incienso para santos, al contrario, huele a diablo rodado.

Esperamos que sí se le dé solución a esta gran problemática ambiental que se vive en Sonsón antes que se convierta en una crisis con consecuencias irreparables para la comunidad y que las soluciones si estén acordes con la problemática y que no sean pañitos de agua tibia o promesas falsas.

Da pesar ver como el Estado en vez de proteger el medioambiente en nuestro Municipio sea el primero en contaminarlo y destruirlo.

Por:

Jaime Alberto López Bonilla.
Historiador Universidad Nacional Medellín.
Correo: jaime.lopez@periodicoelparamo.com