42. Podría aquí relatar muchas historias que prueban la misma cuestión, entre otras: 1ª. la que nos refieren las crónicas de San Francisco, de cuando él vio en éxtasis una gran escalera que iba hasta el cielo, al fin de la cual estaba la Santísima Virgen, y por la cual le fue indicado que era necesario subir para llegar al cielo; 2ª. la que es relatada en las crónicas de Santo Domingo, en que se cuenta que quince mil demonios poseían el alma de un infeliz hereje, cerca de Carcasona, donde Santo Domingo predicaba el Rosario. Confundidos, fueron obligados por mandato de la Santísima Virgen, a confesar muchas, grandes y consoladoras verdades referentes a su devoción, con tal fuerza y claridad, que aunque seamos poco devotos, no se puede leer esta auténtica historia, así como el panegírico que el diablo hizo a pesar suyo sobre la devoción a Ella, sin derramar lágrimas de alegría.

Fuente: Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen María y el Secreto de María

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