3. Cuando uno comienza a entibiarse, entonces el más insignificante trabajo se le vuelve pesado y busca gustosamente el consuelo externo. Pero cuando comienza a vencerse plenamente y a seguir con valor los caminos de Dios, entonces considera como livianas las obligaciones que antes consideraba pesadas.

Lea también: Según sea cada uno por dentro, así juzgará las cosas exteriores

Fuente: Tomas de Kempis. La Imitación de Cristo. Edición Paulinas.