Lo que hoy en día es la municipalidad de Rionegro, Antioquia, en su casco urbano y antes de la llegada de los españoles, estuvo habitado por un pueblo indígena de origen Thamie muy avanzado y pacífico. Los antiguos pobladores precolombinos eran laboriosos y organizados, pero con el arribo de los españoles todo esto cambio y tuvieron que sublevarse para defenderse y defender su territorio.

El arribo de los españoles a Rionegro, data según datos históricos, desde 1539, pero según algunos historiadores la Fundación de Rionegro se da en 1541, cuando el teniente Álvaro de Mendoza por órdenes de Jorge Robledo funda este poblado cerca de un riachuelo de aguas mansas y por la vegetación tan abundante se veía o se tornaban sus aguas oscuras o negras y de ahí el río y el poblado derivan su nombre por el de Rionegro.

Hacia 1642 se erigió en esta población del Oriente de Antioquia la capilla en honor de San Nicolás el Magno y en 1786, se aprueba por parte del Rey de España el traslado de la ciudad de Arma a Rionegro con los títulos honoríficos y se le da el nombre de la Ciudad Santiago de Arma de Rionegro.

Tras estos acontecimientos, Rionegro inicia una gran vida en todo sentido y se convierte en una ciudad que va tomando gran importancia en Antioquia y en el Virreinato de la Nueva Granada. Con la dirección del Gobernador Silvestre y sus reformas en suelo de la Provincia Antioqueña, Rionegro se fortalece como un núcleo de poder social y económico y, es así como desde 1786 y los años siguientes, se inicia en Rionegro y Marinilla una especie de reclamaciones de territorios y encomiendas entre las gentes más adineradas y los pobres de esta ciudad por vastos territorios baldíos llamados concesiones de tierra hacia el Sur de la Provincia.

Entre 1750 y hasta 1799 bastos terrenos del sur no tenían dueño y si tenían no los explotaban. La población de Rionegro ya era muy numerosa y pobre, en su mayoría estos litigios concluyeron en primera parte con la adjudicación de predios a José Joaquín Ruiz y Zapata quien fundo a Sonsón y con algunos hacendados rionegreros y colonos pobres se inicia, como lo refieren historiadores de gran renombre, el periodo de la Colonización Antioqueña.

Rionegro y sus poblaciones vecinas entre 1750 y hasta antes de los hechos revolucionarios del 20 de julio de 1810, fue una comarca que se adelantó a
muchos hechos sociales que marcaron la vida revolucionaria nacional, tales sucesos y hechos fueron: la libertad que Doña Javiera Londoño dio a sus esclavos en 1767, y otro hecho, en varios casos repetidos los levantamientos y protestas de los habitantes de las poblaciones de Rionegro, Guarne y el Santuario, ante las autoridades españolas por los altos impuestos y en especial a los altos gravámenes.

Impuestos del tabaco y el aguardiente y los malos tratos que recibían los criollos por parte de las autoridades españolas, constantemente en estas
poblaciones las divergencias y conflictos sociales de toda índole entre españoles y lugareños eran más constantes y álgidos, lo cual llevo a que en el periodo independentista Rionegro, Antioquia tuviera un gran protagonismo en la Independencia y la emancipación, no solo de Colombia, sino de otros países como el Perú. Este Proceso Independentista dado en Antioquia tiene nombre y apellidos propios: José María Córdoba Muñoz.

Ya en el periodo Republicano y con las guerras civiles y la ideología partidista entre Liberales y Conservadores, y los hechos sucedidos con el General Córdoba y su trágica muerte, Rionegro se inclina hacia las banderas
liberales mientras que el resto de Antioquia por las banderas conservadoras. Medellín se divide entre liberales y conservadores y tanto Antioquia como Rionegro adquieren un fuerte protagonismo durante el S. XIX. Esta fidelidad a las banderas liberales le trajo buenos dividendos ya que en 1863, en suelo rionegrero, nace la Constitución Federalista que gobernó a Colombia bajo el nombre de: Los Estados Unidos de Colombia (1863 – 1886).

Ya en los últimos años, desde 1950, Rionegro ha sufrido una transformación enorme, sus élites pensaron en volver a retomar el protagonismo que habían perdido debido al desarrollo que tubo Medellín de 1910 a 1950 en todo sentido, había perdido gran parte de su influencia en el departamento, no solo con Medellín si no también con Sonsón, ya que Sonsón fue desde 1910 – 1950 el epicentro de desarrollo en el departamento y en el país junto con Medellín. En la década de los 20 y hasta 1980 la vía principal que
comunicaba a Medellín con Bogotá pasaba por Sonsón lo cual hacía de este una gran ciudad. Además, la Diócesis del Oriente Antioqueño había
nacido y tenía su asiento en Sonsón que en esa época contaba con seminario, fabricas, empresas, bancos y una prestigiosa élite emprendedora y trabajadora.

Entre los años de 1961, 1962 y 1963 una serie de movimientos telúricos sacuden a Colombia y ciudades como: Manizales, Pereira, Cartago y Sonsón. Prácticamente estos sismos provocaron el derrumbe de la Iglesia principal de Sonsón y fue así como en el año de 1963 ocurrieron varios hechos
que marcaron el devenir tanto de Rionegro y Sonsón; el primer hecho la demolición del templo de granito de Sonsón con dinamita y el traslado de la Diócesis de Sonsón hacia Rionegro y empezó a llamarce Diócesis Sonsón –
Rionegro.

Con estos hechos se inicia en Rionegro por el año 1965 un proceso de industrialización y fue así como en 1975 da incentivos tributarios para
que las empresas de Medellín se trasladen a Rionegro, y a partir de este año también inicia un proyecto ambicioso de construcción de la nueva vía
que comunicaría a Medellín y Bogotá. La construcción de esta nueva vía inicia en 1978 y culmina en 1982. En este mismo año inicia labores la Universidad Católica de Oriente. y en 1984 se pone en funcionamiento el Aeropuerto Internacional José María.

Pero todo esto también ha traído consecuencias negativas tales como: una alta población y gran concentración de personas a las cuales hay que
suplirle todas sus necesidades; gran contaminación en todo sentido y una población que creció y se desarrolló sin infraestructura y desordenadamente. Pero pese a estos inconvenientes Rionegro siempre a
buscado destacarse, su historia da fe de esto desde sus orígenes indígenas y hasta hoy, siempre ha buscado figurar en lo más alto y nunca verse
diezmada ni relegada por otras ciudades, eso es lo que hay que rescatar de esta hidalga ciudad y sus gentes.

Jaime Alberto López Bonilla.
Historiador Universidad Nacional Medellín.

Foto: Drone Video