12. Si te dispones a hacer lo que debes, es decir, a sufrir y a morir, pronto serás feliz y encontrarás la paz.

Aunque fueras arrebatado hasta el tercer cielo como san Pablo, no estarías por eso asegurado contra las contrariedades. Yo -dice Jesús- le mostraré cuando debe padecer por mi nombre (He. 9, 16).

Debes, por lo tanto, padecer si quieres amar a Jesús y servirle para siempre.

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Fuente: Tomas de Kempis. La Imitación de Cristo. Edición Paulinas.