3. Adelantarás mucho si te conservas libre de toda solicitud material. Y mucho perderás si te domina algún asunto temporal.

Que no haya para ti nada grande, nada sublime, nada agradable y nada aceptable sino sólo Dios y lo que sea de Dios. Ten por totalmente inútil cualquier consuelo que te pudiera llegar de alguna criatura.

El alma que ama a Dios desdeña todas las cosas que estén por debajo de Dios. Sólo Dios eterno, inmenso, que llena el universo entero, es y será el descanso del espíritu y el verdadero gozo del corazón.

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Fuente: Tomas de Kempis. La Imitación de Cristo. Edición Paulinas.