15. Si existiera un medio más útil y más provechoso para salvar a los hombres que el padecimiento, Cristo, ciertamente, lo habría enseñado con si doctrina y con su ejemplo.

Pero a contrario, a los discípulos que le seguían y a todos lo que quieran acompañarle, los exhorta con toda franqueza a llevar la cruz y les dice: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz…, y sígame (Lc. 9, 23).

Después de haber leído y considerado atentamente todo lo anterior, la conclusión final es la siguiente: Tenemos que pasar por muchas tribulaciones para entrar en el reino de Dios (He. 14, 22).

Lea también: Nada hay en el mundo más agradable a Dios ni más saludable para ti que sufrir voluntariamente por Cristo

Fuente: Tomas de Kempis. La Imitación de Cristo. Edición Paulinas.