10. Aléjame y libérame de la efímera consolación de las criaturas, porque ninguna cosa creada puede satisfacer y aquietar plenamente mis anhelos. Úneme a ti con el vínculo indisoluble de la caridad, porque tú solo bastas al que te ama y sin ti todas las cosas no valen nada.

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Fuente: Tomas de Kempis. La Imitación de Cristo. Edición Paulinas.