8. Las facultades del hombre con frecuencia se engañan al emitir sus opiniones y fallan también los amantes de las cosas mundanas al preferir únicamente lo visible.

¿Un hombre será tal vez mejor porque es considerado mayor por otro hombre? Cuando un hombre alaba a otro y más le confunde cuanto más lo ensalza, se trata de un mentiroso que engaña a otro mentiroso, de un vanidoso que se burla de otro vanidoso, de un ciego que miente a otro ciego y de un enfermo que oculta la verdad a otro enfermo.

Porque, como dice el humilde pobre Francisco de Asís, cada uno es a tu ojos sólo lo que es, y nada más (San Buenaventura, Vida de San Francisco, cap. 6).

Lea también: Señor, hazme comprender lo que debe ser comprendido

Fuente: Tomas de Kempis. La Imitación de Cristo. Edición Paulinas.