10. ¡Ay de aquellos desdeñan hacerse simples como los niños: la pequeña puerta del reino celestial les impedirá la entrada!

¡Ay también de los ricos que tienen aquí sus delicias, porque mientras los pobres entrarán en el reino de Dios ellos quedarán afuera aullando de desesperación!

Alegraos los humildes y regocijaos los pobres, porque el reino de Dios es vuestro (Lc. 6, 20), siempre que caminéis de acuerdo con la verdad.

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Fuente: Tomas de Kempis. La Imitación de Cristo. Edición Paulinas.