Más de $14.000 millones ha ejecutado en las subregiones de Urabá y Oriente el programa Polos de Desarrollo Agrotecnológico, que avanza exitosamente de acuerdo con el análisis reciente de inversiones y logros adelantado por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural de Antioquia.

El propósito de esta estrategia es garantizar la soberanía alimentaria y reactivar y revitalizar la economía de Antioquia, fuertemente golpeada por la pandemia de Covid-19, siendo un modelo económico que implementó la Gobernación de Antioquia en 2020, para ejecutar inversiones en el sector a través de la identificación de las vocaciones y capacidades productivas de cada una de las subregiones, para garantizar acciones enfocadas en potenciar esas ventajas comparativas y competitivas.

Sobre este programa el secretario de Agricultura, Rodolfo Correa, dijo que se pretende “buscar inversiones programadas, serias, con metodología y no de invertir los recursos del Estado de una manera casi que aleatoria, como generalmente se hacía, sin lograr propósito, enfoque y estrategia en la inversión”.

Los Polos de Desarrollo Agrotecnológico son nueve, uno por subregión, y el objetivo es invertir más de $220.000 millones. La primera fase priorizó a Urabá y Oriente, donde los $14.000 millones ejecutados han beneficiado 5.000 productores en Urabá y 2.500 en Oriente.

“Esta estrategia genera economías de escala, modelos solidarios y asociativos, para que, con base en la tecnología, se potencien las capacidades y se logren desarrollos armónicos en los territorios”, explicó el secretario de Agricultura.

Para la Secretaría de Agricultura, especializar cada polo de desarrollo de acuerdo con su vocación productiva, generará grandes oportunidades económicas, transformará los territorios y los convertirá en referentes de crecimiento por su alta capacidad productiva y competitiva en la generación de bienes y servicios. Todo esto se soporta, en el modelo Agricultura 4.0.

El patrón de intervención de esta estrategia incluye fortalecimiento asociativo y educativo, transferencia tecnológica, circuitos viales productivos, vivienda rural productiva y plataforma de acceso a mercados y disminuirá el gran déficit que hoy tiene Antioquia entre consumo y producción de alimentos, brecha que está calculada en 1,6 millones de toneladas año. Ese desequilibrio genera, entre muchas otras realidades, que el 74 % de los alimentos que se consumen en el Valle de Aburrá provengan de otras regiones del país. Es decir, no se producen en Antioquia.

Fuente: Gobernación de Antioquia