Herrar un caballo es una tarea muy importante, tanto para el equino como para su dueño, pues la herradura no permite que estos órganos se vean afectados por el terreno, que por lo general siempre es agreste y pedregoso.

En la zona rural del departamento, la mayoría de los campesinos tienen bestias para su transporte o para cargar los productos cosechados en la finca al casco urbano de su municipio.
Para herrar un caballo se debe observar muy bien el casco y ser muy cuidadoso en la elección de la herradura que debe ajustarse correctamente al animal.
Este es un oficio que por lo general se transmite de padres a hijos los cuales, en la medida que van creciendo, aprenden todas las labores del campo.