4. Cuán sabio y prudente es el hombre que durante la vida se esfuerza en ser como quisiera lo hallara la muerte. Una gran confianza de morir bien la darán: el total desprecio del mundo, el vivo anhelo de progresar en las virtudes, el amor al sacrificio, el fervor en la penitencia, la prontitud en la obediencia, la abnegación de sí mismo y el soportar cualquier adversidad por amor a Cristo.

Mientras estés sano, puedes efectuar muchas cosas buenas; estando enfermo no sé lo que podrás realizar. Porque son pocos los que, solo por el hecho de estar enfermos, se hacen mejores.

Asimismo, los que mucho viajan, rara vez se hacen santos.

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Fuente: Tomas de Kempis. La Imitación de Cristo. Edición Paulinas.