7. ¡Qué locura la tuya! ¿Por qué piensas que vas a vivir mucho tiempo cuando, en realidad, no tienes ni siquiera un día asegurado? Cuántos que pensaban que iban a tener una larga existencia han debido desilusionarse y fueron inesperadamente separados del cuerpo. Cuántas veces habrás oído contar que un tercero tuvo un infarto mientras jugaba. Que uno murió quemado, otro asesinado; que a éste lo arrebató una calamidad y aquel fue asaltado por los bandidos. La muerte, pues, es el término de todos y la vida humana pasa rápidamente como una sombra.

Lea también: Trata ahora de vivir en modo tal que en la hora de la defunción puedas más alegrarte que temer

Fuente: Tomas de Kempis. La Imitación de Cristo. Edición Paulinas.