El hombre o la mujer, en su esencia humana como seres únicos, y en su relación permanente consigo mismo, los otros, la naturaleza y con un ser superior, orientador e iluminador de su vida, llámelo como a bien considere; ha de asumir con altas dosis de optimismo, entusiasmo, pasión y responsabilidad cada día de su existencia, en procura de hacer lo correcto desde lo sencillo, como ciudadano y persona de bien a través de palabras, actos, gestos y actitudes que sin rimbombancia, contribuyen enormemente al desarrollo y progreso humano y material de los pueblos.

En consecuencia con ello, que bueno exaltar, valorar y reconocer en vida, el vivir cotidiano de muchos sonsoneños, residentes, adoptivos y de quienes viven a lo largo y ancho del planeta, y quienes a diario dignifican su vida y la de otros a través de acciones simples y sencillas como: hablar bien de su patria chica, exaltando su historia, su riqueza cultural, turística, agrícola, ecológica, arquitectónica y los valores humanos, cívicos y ciudadanos de sus gentes y sus instituciones, garantes de la perpetuidad de nuestra idiosincrasia.

Asumir el ejercicio de sus tareas laborales, donde fuere, en la empresa o a titulo de independiente, con altas dosis de responsabilidad, buen humor, honestidad, transparencia y puntualidad, dejando de lado la apatía, negligencia y colocando en lo alto el sello de buen sonsoneño.

Irradiando espíritu de servicio, acogida, buen uso de los espacios públicos, respeto por la diferencia, sentimientos de solidaridad ante los problemas, dificultades e inconvenientes propios de la vida, con el vecindario, entorno familiar, social y laboral.

Haciendo uso de la palabra y la información, en el marco de la prudencia y discreción a fin de fomentar a través de ella, la sana convivencia, el estimulo y el reconocimiento ante el éxito y la conquista, la aclaración oportuna, el préstamo o trueque de libros y pasatiempos, la enmienda amable ante el error y la equivocación, evitando al extremo el comentario malintencionado, infundado y calumnioso.

Convocando a la unidad familiar, espiritual, al trabajo social, a la practica del deporte, al buen uso del tiempo libre, al encuentro de amigos y “parceros” para recordar, reír y volver a asombrarnos de nuestras cuitas, anécdotas, experiencias y chanzas vividas en nuestro solar nativo; y en esta época de pandemia del COVID-19, llevar el mensaje de un empleo a quien lo necesita, colaborar con la compra de un servicio o producto, como resultado de su lucha por su subsistencia, y porque no, hacer uso de la virtualidad con moderación para enviar mensajes, hacer videollamadas, participar de juegos virtuales y demás formas de interacción que encontramos en estas redes sociales.

En fin, serán muchísimas más las razones por las cuales, bien vale la pena valorar la vida y obra de muchos sonsoneños, pero por hoy dejemos ahí, hasta una nueva oportunidad.

Por: Carlos Alberto Ríos Jiménez

POSDATA:

1. Mi saludo y abrazo de solidaridad a todas las familias que en su intimidad, han despedido a sus seres queridos hacia el encuentro con nuestro padre DIOS. Estén seguros que desde allí, seguirán guiando, acompañando e iluminando su diario vivir.

2. Un libro para leer: “Al amanecer entenderás la vida» de Gustavo Bolívar. Una historia real, politiquera y oscura, como en su momento se manejó la epidemia de la lepra, en Agua de Dios, municipio del departamento de Cundinamarca, elegido por el Gobierno Nacional, para llevar allí a todos los contagiados de la enfermedad.

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