Capítulo 30|Pedir la ayuda de Dios con la confianza de recuperar su gracia
1.Hijo, yo soy el Señor que consuela en el día de la tribulación (Nah. 1, 7). Ven a mí cuando algo te va mal. Lo que más impide el consuelo…
1.Hijo, yo soy el Señor que consuela en el día de la tribulación (Nah. 1, 7). Ven a mí cuando algo te va mal. Lo que más impide el consuelo…
2. Y entretanto, ¿qué te diré? Señor, que se cumpla tu voluntad (Mt. 26, 42). Esta aflicción y angustia la tengo bien merecida, es necesario que la sufra, ojalá con…
1.Sea por siempre bendito tu nombre (Tob, 3, 11), Señor, por qué has permitido que viniera sobre mí esta tentación y esta aflicción. Yo no puedo evitarla y necesito refugiarme…
2. No dependa tu paz de la boca de los hombres. No serás distinto de lo que eres porque ellos interpretan bien o mal tus acciones. La verdadera paz y…
1. Hijo, no te ofendas si algunos piensan mal de ti y dicen cosas que no te gusta oír. Tu debes pensar peores cosas de ti mismo y considerarte el…
5. Dame Señor, sabiduría celestial para que aprenda a buscarte y encontrarte sobre todas las cosas, a gustarte y a amarte sobre cualquier persona y a considerar todo lo demás…
4. Fortaléceme, Señor, con la gracias del Espíritu Santo. Dame energía para robustecerme interiormente y para desocupar mi corazón de todo cuidado inútil y toda congoja, para no dejarme llevar…
3. No sirve por lo tanto, la posesión de cosas exteriores, sino saberlas despreciar y desarraigar de nuestro corazón. Todo lo anterior no lo debes entender sólo en relación a…
1.Hijo, para poseerlo todo, es necesario que los des todo y que ni siquiera seas de ti mismo. Recuerda que el amor propio te hace más daño que ninguna otra…
4. Porque la comida, la bebida, el vestido y las demás cosas necesarias para sustentar el cuerpo son gravosas para un alma ferviente. Concédeme hacer uso moderado de todo lo…