4. Ama a todos por amor de Jesús, y a Jesús por sí mismo. Solamente ha Jesús se le ha de amar en modo particular, porque es el único y bueno y fiel entre todos los amigos.

Por él y en él debes amar a los amigos y a los enemigos, y rogar por todos para que todos los conozcan y lo amen.

Nunca codicies ser particularmente alabado y ensalzado, porque eso sólo le pertenece a Dios, que no tiene semejante. Tampoco quieras ocupar el corazón de alguien o que alguno ocupe el tuyo. Que únicamente Jesús esté en ti y en todo hombre bueno.

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Fuente: Tomas de Kempis. La Imitación de Cristo. Edición Paulinas.