Nada es digno de ser alabado y deseado sino lo que es eterno
3. Por lo tanto, no te perezca grande cosa alguna de las que haces, ni la consideres preciosa y admirable, ni la estimes digna de reputación ni elevada. Nada es…
3. Por lo tanto, no te perezca grande cosa alguna de las que haces, ni la consideres preciosa y admirable, ni la estimes digna de reputación ni elevada. Nada es…
2. Yo te enseñaré, dice la verdad, lo que es recto y agradable a mis ojos. Piensa en tus pecados con gran dolor y tristeza y nunca te estimes en…
1.Hijo, camina en mi presencia de acuerdo con la verdad y búscame siempre con sencillez de corazón. El que anda ante mí en espíritu de verdad, será defendido de los…
Señor y Dios mio, tú eres todo mi bien. ¿Quién soy yo para que me atreva a hablarte? Yo soy un siervo tuyo muy pobre y muy pequeño, un miserable…
5. Escribe mis palabras en tu corazón y medítalas con diligencia, porque te serán muy necesarias en el tiempo de la tentación. Lo que no entiendes cuando lo lees, lo…
4. Pero, ¡qué dolor! Por el bien eterno, por el premio interminable, por la honra suprema y la gloria sin fin, ¡cómo son de flojos! ¡Qué pereza para no fatigarse…
3. Yo, dice Dios, desde el principio enseñé a los profetas y no he cesado hasta ahora de hablar a todos, pero muchos son sordos y duros a mi voz.…
2. Yo dije: Bienaventurado aquel a quien tú educas, Señor, y a quien instruyes por tu ley, para darle descanso en los días aciagos (Sal. 93, 12-13) y para que…
1.Escucha, hijo, mis palabras. Son palabras dulcísimas, más elevadas que toda la doctrina de los filósofos y de los sabios de este mundo. Mis palabras son espíritu y vida (Jn.…
3. Que no me hable, pues, Moisés, sino tú Señor, Dios mío, eterna verdad, para que no me muera y quede estéril al ser solamente adoctrinado en lo exterior y…